miércoles, mayo 18, 2011

CHICOS POBRES PROTAGONISTAS DE HECHOS VIOLENTOS

POR: ANDRES PENACHINO

Nuevamente el escenario regional se ve alarmado por una gran cantidad de conflictos violentos donde los chicos y los jóvenes son sus protagonistas principales, que según donde residan llevan el apodo de; Maras, Pandilleros, Pibes Chorros, Ejércitos de Niños, Latín Kings, Patotas, Cabezas de Piedra, son algunos de una larga lista donde los chicos y jóvenes son actores principales.

Seria innecesario seguir explicando de donde provienen, quizás sea más interesante entender en esta nota el “porque” de sus actos.
A riesgo de omitir tópicos importantes advertiremos que, la pobreza, la familia, el entorno y la calle predisponen notablemente a algunos jóvenes a convivir con el delito y la violencia.
La pobreza

El tema de la pobreza no es nuevo, Los antiguos escritos ya hablan de este flagelo, Platón en su periodo de madurez, (año - 385 a – 370 ) en su obra Republica aborda este tema en varios de los libros. La Biblia menciona a los pobres con contundencia.
El tema de la pobreza en la región tampoco es desconocido, podríamos afirmar que la pobreza viene del tiempo de la colonia y aparece en la sociedad moderna como marginalidad, generalmente asociada con ciertos espacios urbanos y rurales.

Si analizamos algunas de las ciudades de América Latina, donde se registra con mayor crudeza la explotación de las familias pobres con fines diversos, encontraremos que la mayoría tiene origen colonial, donde todas las ciudades con más de un millón de habitantes fueron fundadas por Españoles y Portugueses.
Desde el tiempo de la colonia no existieron en estas fundaciones economías sin ciervos o esclavos, o, por lo menos mano de obra cuasi esclava, hoy llamada mano de obra barata.
En las áreas mas densamente pobladas eran a menudo seleccionados para la construcción y reconstrucción de los nuevos emplazamientos de las administraciones coloniales.
En estas ciudades fue impuesta sistemáticamente la segregación cultural y social.
La frase mas usada en las ciudades coloniales donde residían europeos de pura cepa, especialmente ingleses, fue el “distrito sanitario”. Así se denominaba a los barrios residenciales construidos exclusivamente para ellos, únicos lugares con infraestructura y servicios de alta calidad.

Paralelamente, los desplazamientos de la población autóctona (indígena) fueron controlados para servir o defender las economías coloniales y los nuevos sistemas administrativos y legales impuestos.

A lo largo de la historia los pobres han creado su propio hábitat, sus viviendas en barrios periféricos a las ciudades “legales”, sin tomar en cuenta lo que podría denominarse las regulaciones edilicias de las ciudades legales. Las mismas varían según la región, la cultura y el periodo histórico.

Desde esos tiempos la mano de obra regalada, los bienes y servicios baratos que sus habitantes proveen son fundamentales para la economía de la ciudad “legal”.

En el siglo pasado, episodios como la reconstrucción económica y política de la Europa Occidental luego de la segunda guerra puso de manifiesto cual es el papel que juega la región en el Contexto Internacional.
Mientras la reconstrucción física y de las unidades productivas del territorio Europeo, en una escala que no tenia precedentes en toda su larga historia, se llevaba a cabo en el contexto de una expansión extraordinaria de la economía “internacional”, América Latina, por el contrario entra en un ciclo de estancamiento en la evolución económica mundial.
Mientras Europa estaba favorecida por una masiva transferencia de capitales, entre ellos (no el único) el Plan Marshall, por el cual Estados unidos concedió 12.400.000 millones de dólares entre 1948 y 1951 permitiendo con ese dinero, comprar alimentos, bienes y equipos especialmente de los Estados Unidos, contribuyendo de ese modo a una acelerada reactivación, América Latina, comenzaba a agobiar la deuda externa, cuyos acreedores impusieron condicionamientos tales como exportación de capitales hacia los Estados Unidos y en menor mediada hacia el club de Paris, por sumas equivalentes al Plan Marshall.

Entre tanto Europa se unía por el horror de la guerra y luego por un mercado común con el propósito de incorporarse a una política expansiva que asegurase el crecimiento económico, el pleno empleo y un sostenido ascenso en los niveles de vida de las grandes mayorías nacionales, América Latina se comenzaba a hundir en procesos económicos recesivos cuyos efectos globales consagraron el “darwinismo social” del mercado y sus escandalosas consecuencias sobre la justicia y la equidad. Política fervorosamente compartida por algunos gobiernos de la región.
La posterior tecnificación de los procesos industriales, las sociedades se volvieron mucho mas complejas, comenzando a vislumbrarse progresivamente lo que luego se denomino sociedades duales..
El efecto colateral y quizás no querido de la tan mentada Globalización, el mundo en general y la región en particular se ha convertido en un gigantesco fabricante de pobres
Llegando ya a estos tiempos vemos que, la migración centrípeta desde las zonas menos productivas hacia las de mayor producción y consumo agravo aun mas la situación del pobre en la Región al verse sobre ofertada la mano de obra para tareas simples.
A los nuevos emigrantes debe agregarse la emergencia de los recientes pobres surgidos de las clases medias, lanzados a la pobreza por los cambios tecnológicos y la reconversión productiva. Aunque ellos no se reconocen como pobres escondiendo su pobreza, defienden los valores típicos de la clase media y tratan de participar de los valores que promueve la sociedad consumista, siendo este un factor de anomia y de frustración
Arribando a este siglo encontramos lo que se denomina Sociedades Duales donde se contrasta la miseria con una obscena superabundancia de aquellos que han quedado del otro lado.
En la ciudad legal la preocupación básica de sus ciudadanos como consecuencia de su nivel de vida, es el consumismo, mientras que, en la ciudad ilegal, sus habitantes están azorados por su pobreza endémica..
Con metros de distancia, en algunos lugares se puede apreciar el contraste entre los privilegiados y los parias; los que nadan en la abundancia y los sin salida que pretenden huir del espanto, las privaciones y la escasez perpetua de todo.
Cada día se mezcla en la gran urbe, el sobrepeso y el hambre, la riqueza y la pobreza, la exuberancia y la carencia, patrones y esclavos, hartos y hambrientos, despilfarros y penurias, el aroma de los perfumes importados y olor a miseria, el auto importado y el carrito del cartonero.

Los unos son los llamados señores, los otros, bolitas, cabezas, negritos, espaldas mojadas, ilegales, balseros.

Los señores ven la miseria como un mero dato estadístico, los pobres la viven.

Los señores sacian sus apetitos en restaurantes de lujo, los pobres sacan las sobras de comida de los tachos de basura de esos restaurantes.
La pobreza

Ahora la pobreza suele definirse como una situación de carencia de acceso a ciertos bienes y servicios o la imposibilidad de alcanzar un cierto nivel de ingresos. 
Sin embargo este concepto deja afuera la exclusión, cuyas consecuencias son aún peores que la pobreza misma
Los débiles programas que procuraron y procuran remediar algunas manifestaciones de pobreza, ya sea en alimentación, salud, educación, vivienda o en trabajo, parcializaron la realidad del pobre, ya que el pobre no lo es en: salud, en educación o en trabajo, sino en todo ello simultáneamente. La superación transitoria de alguna carencia aislada suele tener como consecuencia entonces un impacto menor y momentáneo sobre la condición de pobreza.
No solo a través de un mayor ingreso por la facilitación de bienes y servicios que se supera la condición de pobreza; el pobre lo es además por un reconocimiento social como tal, por su débil inserción en el aparato institucional de la sociedad, por su baja estructuración organizativa, por su reducida capacidad para generar demandas orgánicas sobre el aparato estatal, etc. En esto consiste a grandes rasgos la exclusión.
La mayoría de los pobres son niños, la mayoría de los niños son pobres es una frase que impacta porque los chicos no son el futuro sino el presente.

Si solo pensamos en nuestros jóvenes cuando sean adultos será demasiado tarde, porque muchos no llegarán a serlo y más allá de los alarmantes índices de mortalidad, por diversos factores, los chicos pobres lo saben y lo viven.Se saben marcados por el sistema, se saben violados, ultrajados, manoseados, independientemente de que estos hechos se hallan producido materialmente o no. Se saben excluidos, mal alimentados, hacinados, expulsados del sistema educativo, carentes de todo servicio básico, desnutridos, enfermos, esclavos del trabajo esclavo, obligados a prostituirse, a delinquir, a participar en piquetes como punta de lanza.............. 
Ven que sus padres (cuando los tienen) trabajan en las peores condiciones (cuando tienen trabajo) ganando cada vez menos, los ven salir a buscar trabajo sin resultado, como indicáramos en párrafos anteriores los ayudan de noche a revolver tachos de basura para procurarse, posiblemente el único sustento de ese día. Los ven vencidos y sin fuerzas para luchar. La realidad esta a la vista, y no se equivoca; “los niños se encuentran en peores condiciones que sus progenitores” sin ninguna posibilidad de ingreso al sistema laboral cada vez más chico y menos seguro.
La Familia

La unidad familiar es la institución clave de la socialización y de la interiorización de la cultura:

- Protectora básica de la salud individual y social;
- Formadora de valores
- Garante de la maduración afectiva;
- Sostén del proceso educativo escolar y social;

La familia constituye la red de contención básica, desde allí se tejen todos los vínculos más significativos, se adquiere un lugar en una historia familiar y social, se es nombrado y se pertenece a un clan que se transformara a una referencia frente a otros. Se distinguirá el mundo entre el extraño y el familiar, siendo este último quien calmara los primeros estados de pánico y el miedo desde: un olor común, un sonido habitual, un balanceo, etc. Los hermanos en la red familiar harán con el la primera experiencia social de competencia, exclusión, amor, odio, fraternidad, pacto, etc.
La entrada en la escuela inaugura el mundo de lo extrafamiliar en donde la red se amplia a los amigos. Comienza así la expansión de la red que vuelve a ensancharse enormemente con el ingreso a los estudios secundarios Dicen por ahí que: cuando se cierra una escuela se abre una carcel...............................
Al mismo tiempo, comienzan las prácticas sociales y culturales: la experiencia de las redes barriales, del contacto con los sistemas de salud, la experiencia central con lo religioso y el impacto con los modelos comunicacionales.

Estas redes próximas, cercanas, son la base de nuestra organización de la realidad y son testigos de nuestro crecimiento. Forman un sistema significativo que nos hacen personas: genealogía familiar, amistades, relaciones de trabajo, estudios, inserción comunitaria, orientación a grupos religiosos, practicas sociales y deportivas.

Este sistema significativo es fundamentalmente una red vincular que nos historiza y personaliza
Cuando esta red, especialmente familiar es estable, confiable y dialogante durante nuestra niñez y adolescencia es la mas formidable vacuna (si la hay) frente a las diversas enfermedades mentales y sociales. Entendido esto, un niño que ayuda a su familia a juntar cartones tiene infinitamente menos posibilidades de caer en las redes del delito en cualquiera de sus formas. El trabajo en familia y el constante apoyo mutuo en su labor diaria hace que el niño este contenido.

Esta función de la red se observa claramente cuando falta.

Cuando una persona crece en el seno de una familia multiproblemática, fallan todas las funciones que inmunizan al ser humano psicológicamente.

En estas familias multiproblematicas encontramos
:
- Disolución del contrato social;
- Fracaso de las figuras parentales identificatorias;
- Retraso o abandono escolar;
- No utilización de los servicios de salud y/o sociales;
- Falta de contacto con instituciones socializadoras, iglesias, clubes, sociedades de bien publico;
- Precoz contacto con el alcohol y las drogas
- Justificación del delito
- Socialización patológica a través de grupos vandálicos, barras bravas o bandas
-
- Todo esto unido al problema de la pobreza marginalizada genera una desesperanza vital que hunde, aun más, al individuo.
Entorno
Los modelos que imitan muchos jóvenes son los que reciben de su entorno y del ámbito social donde se desarrollan

Para muchos chicos, especialmente para aquellos que son obligados a mendigar, a prostituirse o a delinquir desde pequeños, sus referentes ya no son los padres, los abuelos o los maestros. Sus héroes son los chorros y los narcos instalados en el barrio, que, con poco esfuerzo viven mucho mejor que el resto de la masa trabajadora que sale cada mañana a procurarse el sustento decentemente..
La calle es dura

Como hemos expresado en anteriores notas, la calle tiene sus códigos, y los chicos los conocen.

Cuando se cansan de llevar el dinero que producen día a día a su casa, agarran la calle, juntándose con otros chicos y chicas, formando las famosas ranchadas, sobreviviendo de las limosnas, de la prostitución satisfaciendo las perversiones de maniáticos sexuales, distribuyendo droga, etc.
A pedido de delincuentes mayores, trabajan en la búsqueda de blancos fáciles o vulnerables para robar, haciendo inteligencia frente a: negocios, casas donde reside gente mayor, etc.


Los delincuentes mayores, “por cuestiones legales” ya no manipulan las armas en los asaltos, esa es tarea de los menores. Porque además de manejarlas correctamente, pueden ejecutar cualquier tipo de acción sin mayores reparos y sin ningún tipo de remordimiento, aun actos de extrema violencia.

Hace poco un empleado judicial comentaba como un pequeño de doce años con una facilidad increíble desarmaba y armaba una pistola en poco tiempo.


En algunos casos, “pueden trabajar” por la comida o por una parte ínfima del botín.


Aquellos que han crecido en un medio agresivo llegan a considerarlo como un modo permanente de vida. Los que han perdido a sus seres queridos en hechos violentos, o los que cuentan con familiares allegados que protagonizan hechos delictivos, con un adecuado entrenamiento pueden convertirse en prefectos criminales.


Así las cosas, una vez que son detenidos y comienzan a juntar antecedentes judiciales, no hay quien los tome para trabajar honestamente, cuando esto pasa, el delito puede significar la única posibilidad de supervivencia.

No pretendemos aquí circunscribir la violencia, el delito y el narcotráfico a los sectores pobres, menos a los chicos pobres, ya que vivimos en una región donde abunda la corrupción en todos los niveles.
También lo son delincuentes aquellos inmorales que, con guante blanco que apoyados en leyes “beneficiosas” funden bancos y empresas dejando a miles de personas en la calle, o, aunque muy poco se hable de ellos, los políticos corruptos que, mientras dura su gestión roban cuanto pueden, acordándose de los pobres en tiempos de elecciones, etc., etc.


Los violentos y delincuentes provenientes de las clases altas, son producto del debilitamiento progresivo de los lazos familiares y la trasmisión de valores
Tampoco se pretende decir que todos los pobres sean buenos y sean víctimas del sistema.

Aún así, sin intentar caer en la opción de víctimas y victimarios, los chicos pobres llevan las de perder, por ser pobres y por ser chicos.

Con esa forma de vida es casi imposible llegar a adulto. Porque vivir significa tener un proyecto. Entonces viven un presente signado por lo inmediato y con sustitutos como tan económicos como el poxi, el paco, o cualquier otra droga les permite conocer "otras realidades", así pueden "viajar" al menos a alguna parte aunque sea solo un viaje de ida.
De todas forma no hay donde regresar.
Hasta hace poco en el famoso Fuerte Apache Argentino se leía un graffiti que decía "La droga mata lentamente”, alguien le había agregado, “no importa yo no tengo apuro"

La pobreza está sacrificando generaciones enteras y ello es "humanamente inaceptable" por cuando se están violando los derechos humanos más esenciales.
Alguien dijo alguna vez, "vivimos en un mundo prestado por nuestros hijos", por lo tanto ha llegado la hora de pensar “que estamos haciendo para hipotecar de semejante forma el futuro de esos chicos.
La pobreza es una cuestión de estado que debe involucrar al gobierno nacional, provincial, y municipal e instar a la búsqueda articulada de una política social solidaria, eficiente y equitativa. Pero además la es un problema publico cuando se ha trasformado en una condición social que afecta a millones de personas.

El combate contra la pobreza exige eliminar definitivamente sus causas y no solo resolver los problemas más urgentes. Si las soluciones siguen esperando un tiempo político, en poco tiempo encontraremos legiones de jóvenes sin trabajo, sin estudios, cargados de frustración y odio, y librados a su propia suerte, saldrán a buscar lo que ellos consideran sus propios espacios, entonces ya no bastaran los discursos políticos ni las buenas intenciones............

Andrés Penachino